Y llegó la segunda parte. Fuimos a esperar el autobús con nuestras familias y, al llegar, una amalgama de emociones, recuerdos y sensaciones nos ataron el espíritu. Al bajar del vehículo, nos fuimos saludando con la espontaneidad que permite la confianza de haber compartido experiencias anteriores con las personas que nos visitan. El primer día con ellos tuvo como protagonista nuestro instituto y su bienvenida a los amigos franceses, capitaneados por Soraya y Valérie, profesoras de Español y Francés, respectivamente. Tras este acto, los alumnos asistieron a una clase y se desplazaron a Sevilla para visitar la capital de la provincia, concretamente los Reales Alcázares y el Barrio de Santa Cruz. La segunda jornada, las bodegas de Jerez y la ciudad de Cádiz representaron el objeto turístico y cultural tanto de los alumnos españoles como de los galos. Posteriormente, el fin de semana permitió vivir en familia o compartir con otros compañeros experiencias domésticas y personales con las respectivas familias. El lunes, Granada ocupó la serie de actividades previstas, hasta bien entrada la tarde, ya que el desplazamiento era bastante largo. El martes se pudo visitar de nuevo la ciudad hispalense para ver la Catedral y la Casa de Pilatos. El miércoles, día de fiesta por ser 1º de mayo, fue la despedida, acontecimiento inevitable y doloroso cuando se vive una buena y feliz experiencia. Esperemos que esto no haya sido un mero intercambio, sino el comienzo de unos lazos personales que forjen buenas amistades entre los unos y los otros. De eso se trata. Texto: Profesor Pedro Pérez Ramos Edición vídeo: Profesor Francisco Galindo